El popular personaje ultima estos días en secreto los detalles de su último proyecto, su propia productora de televisión.
Detrás del eufemismo de “colaborador” podemos encontrar una nueva profesión televisiva, híbrido de tertuliano, “opinólogo” y periodista “sagaz” que sin tener estudios universitarios de ningún tipo realiza investigaciones periodísticas del orden: “Presunto según me cuenta una fuente que no puedo revelar y sobre un asunto muy gordo que tampoco puedo adelantar”.
Kiko Hernandez salta a la popularidad en el 2002 como concursante de Gran Hermano, hasta entonces había desempeñado trabajos diversos como camarero, vendedor de seguros, vendedor de aspiradoras, hasta que junto con un socio decide abrir una inmobiliaria, época en la que llega a Gran Hermano en la cúspide del triunfo empresarial y después de haber vendido dos pisos en Madrid. Misteriosamente han desaparecido los videos de su paso por la edición, llenos de referencias líricas al amor, lágrimas y pasiones en el confesionario televisivo hacia la joven Patricia. Tras su paso por aquella casa llena de vivencias y lágrimas “colabora” en “Crónicas marcianas” otra “perla jurídica” de Tele 5, y de nuevo nos encontramos la sequía más absoluta de videos sobre el pasado televisivo de Kiko Hernandez esta vez en Marte, donde y gracias también a una productora igualmente catalana podemos asistir a un amplio repertorio escatológico y televisivo, en el que Kiko debate casi a diario con los padres de su antiguo amor Patricia. Una vez fuera de concurso y con las pasiones olvidadas dedica a sus antiguos suegros las siguientes palabras:
-Tu eres un mantenido y debería darte vergüenza salir en la tele porque todos en el pueblo te conocen. (Recursos muy Kikoníanos que años después empleara hasta la saciedad).
Un “colaborador” según el diccionario de la Real Academia Española es la persona que escribe habitualmente en un periódico sin pertenecer a la plantilla de redactores. Y un intruso según el mismo diccionario es la persona que realiza una función sin tener la titulación necesaria para ello. El intrusismo es una figura que aparece no solo en “Sálvame” sino en el Código Penal.
En opinión del periodista deportivo Pipi Estrada es un animal televisivo que no duda en inventarse un cáncer para conseguir audiencia, en opinión del propio presentador del programa Jorge Javier Vázquez es un “mete mierda”, y es que “La fábrica de la tele S.A.” quiere audiencia a costa de lo que sea y a tales efectos existe una caja “maldita” en todas las cadenas de televisión que no paran de mirar todos los directores, detecta la audiencia o “share” con una fiabilidad asombrosa. ¿Y como es posible eso?, pues desde hace algún tiempo existen repartidos en algunos hogares unas cajas adosadas al televisor que detectan el tiempo en el que el usuario se conecta o cambia de programa, pertenece a un programa voluntario poco conocido pero bastante fiable como muestreo, esa caja actualmente es la esclavitud de todos los programas de televisión y el director del programa puede transmitir inmediatamente a los “colaboradores” que cambien un tema o “metan mas caña y sadismo” a tenor de los índices que va marcando el “share” o audiencia.
De modo y manera que ustedes de cuando en cuando podrán observar reacciones en los tertulianos más propias de cualquier casa de locos que de un dialogo coherente (al menos en cuanto a las formas), cuando eso ocurre no les quepa la menor duda de que han recibido una orden del director del programa, Raul, por el que la audiencia está cayendo y tienen que inventarse lo que sea para rescatarla porque de ello depende su permanencia en el programa o el despido.
Kiko entonces cumple las funciones de una especie de perro de presa de la tertulia, programado por la productora para evitar aburrir y morder a quien sea en nombre de la audiencia, llegado el caso no duda en arremeter contra sus propios compañeros, especialidad propia de “Sálvame” que cuando no tiene noticias o las inventa o las crea entre sus contertulios (calcado del Molino), recurso muy socorrido al que ya parecen haberle tomado cariño. Kiko parece parece homosexual, y sigue al pie de la letra la “patente” de la cadena, ni afirma ni niega, y sigue fiel a su pan en tele 5 y su “slogan” incipiente “Parecerlo antes que serlo, es lo que importa”. Sigue siendo la escuela del Molino Rojo que a su vez resulta una mezcla de varios ingredientes a cual más viejo pero..........que funciona, tan viejos como el "cara blanca" que era la antítesis del payaso de circo de toda la vida y que dicen procede del mismísimo teatro griego, y notables elementos de vodevil que es un subgenero dramático de notas absolutamente frívolas y que genera continuamente equívocos y situaciones sórdidas para mantener la atención del espectador.
Aquellos postulados primitivos del periodismo “Informar, entretener y culturizar” pertenecen entonces ya a la noche de los tiempos y la consigna nueva es entretener a costa de lo que sea. Figuras como la de Kiko Hernandez, patán, lego, violento (en la actualidad es uno de los reyes de la violencia verbal) y necio tienen un sitio en la nueva España que se planta como un ejemplo desde Tele 5. Cumple a la perfección las normas de su productora, gregario obediente, sigue las pautas marcadas por el director y la caja mencionada, y es que Kiko aprendió rápidamente el juego de la nueva televisión : “Calumnia que algo queda”.
Aquel trasnochado pelmazo vendedor de aspiradoras de otros tiempos ahora aparece reencarnado en periodista televisivo de la nueva era y además vende motos, que Dios nos pille confesados. Kiko nos vende a diario muchos tipos distintos de motos ¿deformación profesional o escuela del Molino?.
Kiko Hernandez ha elevado a profesión la naturaleza de chismoso y revestido de cierta aureola digna aquel antiguo informador que encontrábamos en cualquier peluquería de barrio, este sagaz analista de la vida ajena blinda absolutamente en el colmo de todas las paranoias su propia vida, se rasga absolutamente la camisa en directo cuando alguien intenta darle recuerdos a su venerable madre y no para de gritar que su madre nunca ha salido en televisión y lo cierto es que le flojea la memoria a Kiko, cuando aquella memorable edición de Gran Hermano pudimos conocer a la mentada señora (entre nosotros tan insulsa como el hijo) y segun los productores encontramos a un Kiko que veneraba películas de culto como "American gigolo" y tenía una pasión que rozaba el hedonismo por los armarios de ropa. ¿Kiko o Narciso?, lo cierto es que Kiko es un subproducto de la cultura del pelotazo o el dinero fácil, aquel empeño propio de camareros, vendedores de aspiradoras y biblias a domicilio tan fantasmal como irreal en Kiko se muestra como posible. Actualmente es dueño de un bar de copas, centro de peregrinación de todos los "frikis" madrileños y el personal jubilado del circo ruso, pero el ojo sagaz de Kiko para los negocios ha puesto el punto de mira en televisión y en estas fechas ultima los detalles del proyecto para formar su propia productora de programas para televisión junto con otros socios como el popular Pepe Navarro y su compañero de programa Kiko Matamoros....miedo me da.